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Fernando Alonso declaró tras la clasificación del sábado que quiere conversar con el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, sobre lo que considera un "sesgo antiespañol" en las últimas decisiones que está habiendo con las sanciones.
Estas declaraciones se producen después de que el asturiano recibiese dos sanciones que bajo su criterio fueron bastante duras e injustas. En el GP Australia, Alonso fue sancionado con 20 segundos y tres puntos en su licencia por el incidente con George Russell al final de la carrera, una decisión que fue muy polémica.
En la 'sprint' del GP China, la historia se volvió a repetir. El piloto de Aston Martin recibió diez segundos de penalización -que se quedaron en nada porque abandonó- y otros tres puntos en su licencia. El equipo quiso apelar la sanción, pero el derecho a revisión no fue aceptado a pesar de que se presentaron pruebas nuevas.
Y este fin de semana, en la 'sprint' de Miami, Alonso se vio envuelto de nuevo en un incidente. Lewis Hamilton se lanzó al interior en la primera curva, pasándose de frenada y obligando al español a golpear a su compañero de equipo, Lance Stroll, con Lando Norris siendo también perjudicado.
El incidente causó el abandono del canadiense y del piloto de McLaren. Alonso logró continuar, pero desde la última posición. Sin embargo, la acción del heptacampeón del mundo no fue investigada por los comisarios, lo que provocó el enfado del asturiano.
"Siento que la nacionalidad importa", dijo Alonso a los medios. "Hablaré con Mohammed, con la FIA. Necesito asegurarme de que no hay nada malo con mi nacionalidad ni nada que pueda influir en cualquier decisión. No sólo para mí, también para la futura generación de pilotos españoles, ellos necesitan estar protegidos".
"Si hago eso, seguro que me penalizan"
Los comisarios revisaron el accidente después de la 'sprint', pero consideraron que no se podía se identificar a uno o más pilotos con más culpa que otro. También tuvieron en cuenta que se trataba de una acción en la primera curva de la primera vuelta.
Sin embargo, llama la atención la inconsistencia de la FIA con este criterio. Carlos Sainz, por ejemplo, fue penalizado en el GP de Australia de 2023 con cinco segundos por una acción similar. Además, la sanción le arruinó la carrera, ya que esta acabó detrás del Safety Car, con todos los coches pegados.
Tras la 'sprint', Alonso predijo que no habría ningún tipo de castigo para Hamilton y explicó el accidente tirándole una pullita a la FIA: "Tengo que abrir hueco, porque Hamilton venía desde dentro sin control del coche. Si hago eso, seguro que recibiré una penalización".