El principio básico de la llamada economía circular (y que, para más de uno, quizá signifique el auténtico sentido de la sostenibilidad) establece que, si un producto ya ha sido fabricado, lo sensato es extender su vida útil lo máximo posible y una vez pasado ese punto, el de la posibilidad, aprovechar cuanto se pueda de él una vez reciclado.

En honor a estos principios, algunas manos fuertes de esta industria están empezando a prestar atención al universo de la remanufacturación, aplicado por igual a vehículos y sus componentes con el fin de otorgarles una segunda vida. Pero todavía muy pocos saltan al ruedo. Renault es la excepción y, ahora, pone en marcha The Remakers, su nueva filial de piezas remanufacturadas localizada en su Refactory de Flins, en Francia.

Con más de 11.000 referencias

The Remakers forma parte de The Future Is Neutral, la rama del Grupo Renault que centra todas sus iniciativas de economía circular. Según explica en su comunicado la propia Renault, The Remakers viene a impulsar a gran escala la producción, distribución y venta de piezas remanufacturadas, toda vez que las Refactory (como la de Sevilla) funcionan ya a pleno rendimiento.

Partiendo de una experiencia en la fabricación y construcción de recambios que, según sus responsables, acumula 75 años, The Remakers ofrece un catálogo con 9 familias diferentes de componentes, entre las cuales suman 11.000 referencias de piezas cuya calidad, aseguran, equivale a la de una pieza nueva. Este servicio está abierto a todos los modelos y marcas, incluyendo por supuesto los de Renault y el resto de compañías de la Alianza.

Ahora, estos especialistas del remake irán preparándose para el momento cumbre en este negocio de la remanufacturación: cuando sea necesario recuperar y conceder una segunda vida a los motores y baterías de los coches eléctricos, debido a las grandes cantidades de tierras raras y otros materiales valiosos que emplean. Algo que sucederá a no mucho tardar, según prevé la marca del rombo.